Hola, soy Jacqueline Cordero, hermana de Enrique Cordero, el joven qué falleció en el accidente de la moto el pasado lunes 11 de marzo, les comparto estás palabras y ojalá las puedan publicar, pues creo que si alguien entiende el mensaje del perdón, Dios a través de mi hermano dejará un legado para quienes lo aprendan y compartan.

Asesor Inmobiliario Jacquie Cordero: Durante mucho tiempo, he compartido consejos sobre el perdón y sus poderosas implicaciones, pero nunca había sentido su impacto de manera tan contundente como ahora. La trágica pérdida de mi hermano, arrebatado por un accidente causado por una adolescente imprudente, me sumió en un profundo dolor y rabia. En ese momento, mi primer instinto fue clamar por justicia y venganza, exigiendo que la responsable pagara por su negligencia con la máxima pena.

Sin embargo, en medio de mi angustia y furia, una voz interior, la voz de Dios, me detuvo en seco. Me recordó que el camino del perdón es el único que puede traer verdadero consuelo y paz. Aunque parecía imposible, sentí una fuerza divina que me instaba a liberar el resentimiento y el deseo de represalia.

Con el corazón pesado pero guiado por la fe, decidí perdonar a la joven responsable del accidente. No fue una decisión fácil, pero entendí que el perdón no solo beneficia a ella, sino también a mí y a mi familia. Juntos, en un acto de compasión y misericordia, acordamos otorgarle el perdón, permitiendo que continúe su vida sin el peso de la culpa y la condena.

En medio de esta prueba devastadora, solo puedo aferrarme a la creencia de que Dios nos sostendrá. Solo en Él encontraremos la fuerza para seguir adelante, para sanar nuestras heridas y encontrar un propósito incluso en medio del sufrimiento más profundo.

«En un acto de compasión y misericordia, decidimos perdonarla y liberarla del peso de la cárcel, permitiéndole seguir adelante sin el peso de la culpa y la condena.»

En medio de los horrores infligidos en la crucifixión, Jesucristo pronunció palabras de perdón: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Esta poderosa declaración resuena en la actualidad como un llamado a la compasión y el perdón. Así como Jesús perdonó a aquellos que lo crucificaron, nos invita a seguir su ejemplo, recordándonos que muchos actos de maldad son producto de la ignorancia y la falta de comprensión. En un mundo marcado por la discordia y el conflicto, el perdón se presenta como una herramienta poderosa para sanar heridas y construir puentes de entendimiento. Al reflexionar sobre las palabras de Jesucristo en la cruz, nos desafía a perdonar a aquellos que nos han hecho daño y a buscar la reconciliación, guiados por el amor y la comprensión.