
Familiares y representantes legales del exgobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, reportaron que desde la temporada navideña no han podido tener contacto con él y desconocen por completo su estado físico y de salud.
Duarte permanece recluido en el Centro Federal de Readaptación Social No. 1, El Altiplano, en el Estado de México, donde fue ingresado tras ser vinculado a proceso por presunto lavado de dinero el 14 de diciembre de 2025.
Los penales de alta seguridad son muy agresivos donde hay limitación de llamadas y de visitas, se complica mucho, reportó una fuente cercana al caso.
De acuerdo con su equipo jurídico, las autoridades federales no han autorizado nuevas visitas desde antes del 24 de diciembre, lo que consideran una situación de incomunicación de facto. Señalan que no han recibido reportes oficiales sobre su condición médica ni sobre las condiciones en las que se encuentra dentro del penal de máxima seguridad.
Los litigantes adelantaron que será hasta enero cuando intenten nuevamente ingresar al Altiplano o, en su defecto, buscar una reunión con autoridades federales en la Ciudad de México para conocer su situación.
El exmandatario fue trasladado de Chihuahua al penal federal en medio de un sorpresivo operativo de seguridad, luego de que un juez determinara prisión preventiva justificada por su presunta participación en un esquema de operaciones con recursos de procedencia ilícita, que habría involucrado entre 73 y 96 millones de pesos desviados durante su administración.
Aunque los penales federales suelen aplicar protocolos estrictos de seguridad, los abogados de Duarte aseguran que en este caso las restricciones han sido atípicas, pues ni siquiera se les ha permitido confirmar si el exgobernador ha recibido atención médica o si se encuentra en condiciones estables.
Hasta el momento, ninguna autoridad federal (ni la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ni el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social) ha emitido postura sobre las limitaciones de visita o la situación del interno.
La falta de comunicación ha generado inquietud entre su defensa y familiares, quienes advierten que Duarte enfrenta problemas de salud desde años anteriores y que la ausencia de información podría significar un riesgo para su integridad.
La FGR que encabeza la morenista Ernestina Godoy no ha dando información al respecto.