La comunidad de Madbury está en shock tras la masacre de la familia Long.

El 18 de agosto, Emily Long, de 34 años, disparó contra su esposo Ryan, de 48, y contra dos de sus hijos, Parker (8) y Ryan (6). Luego se quitó la vida. Solo el menor de la familia, un niño de 3 años, sobrevivió.
Lo más perturbador es que apenas dos días antes del crimen, Emily había publicado un sombrío video en TikTok. Allí hablaba de la depresión, la soledad y la angustia de ver a su esposo luchar contra un cáncer cerebral terminal. Sus palabras ahora suenan como un presagio de la tragedia.
Los vecinos, conmocionados, aseguran que nada hacía sospechar lo que ocurría puertas adentro: “Parecían una familia perfecta”, dijeron. Incluso, los niños habían montado un puesto de limonada en el vecindario días antes.
Hoy, la pregunta que todos se hacen es la misma:
¿Que llevó a una madre a convertir su hogar en una escena de horror?