El director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), Todd Lyons, afirma que la agencia procederá con la detención de cualquier persona que se encuentre ilegalmente en el país, aun cuando no tenga antecedentes penales.

Lyons explicó que su prioridad es hacer cumplir la ley migratoria de forma estricta y que no habrá excepciones en la aplicación de estas medidas.

De acuerdo con sus declaraciones, la mera presencia ilegal en el país será motivo suficiente para iniciar procesos de detención y deportación.

Además, el titular de ICE advierte que se reforzarán las inspecciones a empresas que contraten a trabajadores sin documentos, señalando que serán responsabilizadas aquellas que incurran en la explotación de mano de obra migrante.

Estas declaraciones se dan en un contexto político en el que la migración se ha convertido en un tema central del debate nacional. Organizaciones civiles y defensores de derechos humanos han manifestado su preocupación por el posible impacto de estas acciones en las comunidades migrantes, especialmente en aquellas donde predominan trabajadores sin estatus legal pero sin antecedentes delictivos.

La nueva postura de ICE podría anticipar un endurecimiento en la política migratoria federal, con mayores operativos, detenciones y procesos de deportación a nivel nacional.