
La Clave Única de Registro de Población (CURP) con datos biométricos se perfila como el nuevo documento oficial de identificación en México. Así lo establece la Ley General de Población, recientemente aprobada en comisiones del Senado, y que, una vez avalada por el pleno, otorgará carácter obligatorio y universal a este formato.
El documento contendrá huellas dactilares, fotografía, nombre completo, fecha y lugar de nacimiento, sexo y nacionalidad. La nueva CURP estará disponible en formato físico y digital, y deberá ser aceptada por autoridades y particulares para todo trámite o servicio, sin necesidad de mostrar otro documento adicional, de acuerdo con el artículo 67 de la ley.
Este nuevo modelo forma parte de la Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos, ya aprobada por ambas Cámaras, y estará vinculado al sistema Llave MX, lo que facilitará la validación de identidad en plataformas electrónicas gubernamentales. El artículo 91 Bis detalla que la integración de datos biométricos se hará con el consentimiento de cada ciudadano.
Aunque la propuesta aún requiere votación en el pleno del Senado, su avance genera debate. José Flores, director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales, advirtió que esta CURP biométrica podría aumentar la vigilancia estatal, al registrar cada uso del documento, tanto en línea como en espacios físicos.
El especialista reconoció que el objetivo de esta plataforma es legítimo, pero subrayó la necesidad de establecer límites claros para evitar el uso indiscriminado de los datos personales. Advirtió también sobre la convergencia con otras leyes en materia de seguridad, inteligencia y telecomunicaciones.
Aún sin aprobación definitiva, la nueva CURP se perfila como el documento que reemplazará a la credencial para votar del INE. Su implementación marcará un cambio estructural en la forma de identificarse en México y plantea un debate urgente sobre el equilibrio entre eficiencia administrativa y protección de la privacidad.