
En una audiencia oficial ante el Senado estadounidense, la fiscal general Pam Bondi declaró lo siguiente:
“No nos dejaremos intimidar. Mantendremos a Estados Unidos a salvo gracias al liderazgo del presidente Trump… No solo frente a Irán, también frente a Rusia, China… y México.”
Sí, mencionó a México como adversario directo. ¿La razón? El papel que ha jugado en el tráfico de fentanilo, droga a la que EE.UU. atribuye miles de muertes por sobredosis cada año.
¿Qué implica esto?
- México podría enfrentar sanciones estratégicas o acciones legales unilaterales.
- EE.UU. se abriría la puerta a operativos directos contra cárteles en suelo mexicano.
- Se anticipa un endurecimiento diplomático y un cambio en la cooperación bilateral en temas de seguridad.
Esta declaración no es menor: incluye a México en la misma categoría que potencias como China o Rusia. Esto permitiría a EE.UU. aplicar medidas especiales antes reservadas solo para rivales geopolíticos de alto nivel.
El gobierno mexicano aún no ha respondido formalmente, pero se espera una postura en las próximas horas o días.
Mientras tanto, muchos se preguntan:
¿Esto es presión política? ¿Una amenaza real?
¿O el inicio de una nueva era en las relaciones México–EE.UU.?
¿Qué opinas?
¿México debería responder con fuerza o buscar reconciliación?