
El despliegue de más de 200 vehículos blindados llamados «Stryker» por parte del Ejército de Estados Unidos en la frontera con México, específicamente en la región de Texas, ha generado un ambiente de incertidumbre y temor en las fronteras del estado de Chihuahua.
Esta medida, que forma parte de un operativo conjunto entre el Departamento de Defensa (DOD) estadounidense y la Patrulla Fronteriza, el cual busca reforzar la seguridad en la zona. Sin embargo, líderes y defensores de derechos humanos han expresado su preocupación por el impacto que esta acción podría tener en la comunidad migrante.
La presencia de estos vehículos militares envían un mensaje intimidante tanto a los migrantes que buscan cruzar hacia Estados Unidos como a los grupos criminales que operan en la región.

Ciudadanos de la comunidad de Presidio, TX, señalaron que a inicios de esta semana llegaron a esta frontera con Ojinaga, al menos 2 de estos vehículos, sin embargo hay quienes señalan que fueron 3, pero que uno de ellos de inmediato se incorporo a la frontera con San Antonio del Bravo por el lado mexicano y Candelaria por el lado de los Estados Unidos.
Estos vehículos todo terreno están equipados con sensores avanzados capaces de detectar cualquier movimiento, por lo que se trata de asegurar la frontera sur de los estados unidos con México y así evitar la entrada a ese país de migrantes y grupos criminales, según señalaron las autoridades correspondientes.