ESCÁNDALO EN CINÉPOLIS, ESPOSA PONE CHIP DE SEGUIMIENTO A MARIDO Y LO CACHA EN EL CINE CON LA AMANTE.

La sala de cine prometía risas y aventuras con una comedia romántica en cartelera, pero lo que realmente se vivió fue un auténtico estreno de la vida real, con tintes de telenovela, acción y mucho, pero mucho drama doméstico.

Todo comenzó cuando José Luis “N” salió de su casa con el pretexto más gastado de los infieles: “voy a quedarme horas extras en el trabajo, vieja”.

Sin embargo, el hombre olvidó un pequeño detalle: su esposa, Lucía “N”, tiene el sexto sentido de un sabueso mezclado con las habilidades de un agente del FBI, además de un chip localizador que había pegado discretamente en su mochila.

Lucía, viendo que el susodicho se puso perfume de “fiesta elegante” pero no se quitó el uniforme de trabajo, activó el chip comprado en Mercado Libre (en oferta, por cierto) y comenzó su misión secreta.

El GPS indicaba que el muy descarado no iba a la fábrica, sino al Cinépolis más cercano.

Ahí estaba el buen José Luis, muy quitado de la pena, con su chicharrón en salsa verde… pero no el platillo, sino su acompañante clandestina, una señora que ya se veía bien cómoda con el combo grande y los nachos.

La cita romántica estaba por arrancar, pero Lucía irrumpió como si fuera la mismísima protagonista de una película de acción.

“¡Qué bonito! ¿Verdad que el trabajo está muy pesado, desgraciado? ¡Te voy a alivianar ahorita!”, gritó mientras lo encaraba con toda la furia acumulada de años de lavar calcetines mal emparejados. La amante, confundida, apenas alcanzó a decir: “yo no sabía que tenía esposa”.

Pero eso no detuvo a Lucía, que entró en modo Hulk y armó un espectáculo digno de premios Óscar.

Las palomitas volaron como confeti, los refrescos quedaron regados en el suelo, y los nachos con queso, bueno… digamos que no terminaron en la boca de nadie. La seguridad del cine intentó intervenir, pero nadie quería perderse el show

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