Fernando Huerta, el brillo detrás del miedo.

-Originario de Ojinaga, Chihuahua, Fernando ha destacado por su talento en la Carrera de Barriles, haciéndose de una sólida carrera a sus 32 años.

Fernando Huerta Armendáriz es un joven deportista que ha dedicado su vida a desarrollar su pasión por la Carrera de Barriles y se ha convertido en referente en esta disciplina.

El trayecto para consolidarse en su actividad ha sido largo y lo llevó a desafiarse por completo, nos comparte que durante toda su infancia le temía a los caballos, los que luego se convertirían en sus aliados al practicar este deporte,

“Crecí rodeado de caballos, mi padre era amante de las carreras de caballos, pero aun así, cuando veía un caballo ensillado quería salir corriendo a esconderme, ahí estaba detrás de las ventanas mirando como mis primos y mis hermanos disfrutaban de sus cabalgatas”, nos comparte.

El temor que sentía es lo que lo hace sentirse muy orgulloso de haber roto barreras para convertirse en el hombre que hoy es y de la excelencia que alcanzó en la ejecución de este deporte.

Todo comenzó cuando su hermano decidió practicar otra suerte del rodeo, el jineteo de toros, cuando le pedía que lo llevara a sus prácticas captó su curiosidad ver como se ponía en peligro al montar un animal que lo

sobrepasaba en peso y obviamente en fuerza. Al final “la curiosidad mató al gato”.

Fernando contempló por mucho tiempo a su hermano y decidió por fin montar a ese animal, momento que describe como una bendición, aunque admite que contribuyó a que su madre se volviera víctima de los nervios, pues mientras él vivía su adrenalina, ella permanecía en incertidumbre.

“La simple curiosidad de subirme me bastó para percibir y disfrutar de la sensación grandiosa que deja la adrenalina y terminé recorriendo varias arenas del estado como jinete de toros”, recuerda.

Una vez iniciado en esta disciplina, comenzó a valerse de caballos para tomar clases y realizar algunos ejercicios y así mejorar técnicas y pulir habilidades, ahí el miedo a los caballos pasó a segundo término.

Fue en un evento de rodeo en el que la suerte no estuvo de su lado, que su hermano y él resultaron lesionados, recuerda la cara de sus padres desencajados al verlos en una camilla recibiendo atención médica. Ahí decidió dejar de lado los toros y optó por enfocarse en las Carreras de Barriles.

Con el paso del tiempo organizaba eventos, después comenzó su participación en eventos avalados por grandes organizaciones y circuitos nacionales, recibiendo incluso invitaciones del extranjero y logrando

destacadas participaciones a nivel regional. Ya ponía para entonces los ojos en las grandes ligas.

Las carreras de barriles han sido consideradas una disciplina de mujeres y Fernando eligió luchar contra la limitante de la incomprensión de que un hombre participara en ellas, aún y cuando el género no otorga ninguna ventaja al no tratarse de una actividad que se determine por la aplicación de la fuerza física.

“La única ventaja en las Carreras de Barriles se logra con preparación y estableciendo una relación exitosa con el caballo, todo depende de la fusión que se logra con ese gran amigo, el caballo”, enfatiza.

Dedicarse en cuerpo y alma a esta disciplina, le regaló a Fernando madurez y paciencia para enfrentar la vida y lo enseñó a respetar y admirar el potencial de las personas, pero lo más importante, aprendió que el miedo no debe ser un elemento que lo aleje de sus sueños y a construir fortalezas desde sus debilidades.

En el camino ha tenido un fuerte círculo de apoyo que lo impulsa a seguir crecer y a quienes guarda profunda gratitud, pues considera que el agradecimiento es una fuente inagotable de prosperidad.

“Guardo como un gran tesoro el respaldo de mis pilares más fuertes, esos eslabones que no me sueltan y no me dejan caer, mis hermanos y sobrinos, el

amor de madre , mi “Gabojano” que tanto amo y a esas personitas que hoy por hoy le apuestan a mi futuro, mi mejor amiga, compañera de equipo y fiel escudera Monica Venegas junto con mi “Ritz” Rito Ruiz, que nunca se raja, y me confía sus mejores ejemplares para que yo siga creciendo en esto”, finaliza.

Fernando es un hombre sensible, abierto, agradecido y alegre, cree firmemente en que todos tenemos el poder de crear nuestras propias realidades y que la clave de la realización personal descansa en la capacidad de alinear la fe, la mente y el corazón. Ve a Chihuahua como una tierra de oportunidades y libertad, por eso entrega lo mejor de él para enorgullecer a la gente de esta tierra.

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