RECORDAR ES VIVIR..

✍️Profr: Elias Chavez Lujan
Cronista municipal de Manuel Benavides.

HISTORIAS DE MANUEL BENAVIDES

No cabe duda de que recordar es vivir, el platicar con personas mayores, es gratificante y muy emotivo; porque con la plática ,brotan los recuerdos casi olvidados, pero que al evocarlos, reviven momentos que te hacen vivirlos nuevamente.
Mi agradecimiento a mis queridisimos amigos Librado Hernandez y a su querida esposa Licha Galindo, nativos de Álamos de San Antonio. Familia muy estimada en toda la región y en lo personal, muy queridos por su servidor. Radicados hoy en día, en el estado de Kansas, E.U. esta familia, como muchos mexicanos obligados por la necesidad de una vida mejor, tuvieron que emigrar y allá están, disfrutando de su vejez ya pensionados.
Sabemos que allá en Hacienda de Orientales, en la Boquilla de San Isidro, en Álamos de San Antonio y en San Antonio, era un semillero de gente apasionada por la música. Al que le pusieran la mano, sabía tocar algún instrumento.
En Paso de San Antonio o Hacienda de Orientales, como usted guste llamarle a este pequeño pueblo, de gente tranquila y trabajadora. Había un grupo musical, no muy formal ya que se juntaban cuando había algún evento particular local, conformado por el señor Manuel Salinas en el saxofón, Marcelino Madrid también en el saxofón, Daniel Galindo en la guitarra, Matilde Lujan en la tambora, después de Matilde siguió Ruben Galindo «El mollerudo», en la misma tambora y el protagonista de esta historia, mi estimado Librado Hernandez «El Chapo» , así le digo porque mide como 2 metros en el tololoche. Me platica una anécdota, que en cierta ocasión,los contrataron allí en La Hacienda para unas mañanitas o algo así . Y se lucieron en la tocada, con su mejor repertorio. Al terminar, los invitaron a pasar a la casa y lo único que les dieron fue: galletas jarochas con café y bueno, a comer galletas jarochas. Y después ellos mismos se nombraban «los Jarochos de La Hacienda», y esto quedó como una anécdota.
Sigue comentando mi amigo Librado (unos le decían El Zurco, por lo largo). Que los Chivos era otro grupo formado por gente de La Hacienda, de La Boquilla y de Álamos y lo integraban: Tomas Dominguez en el saxofón, Wenceslao Leyva también en el saxofón, Matilde Lujan en la tambora, Manuel Salinas en la guitarra y Aurelio Lujan en el tololoche.
Había otro grupo en La Hacienda, formado por: Pudino Sotelo en la guitarra, uno de apellido Granados en el saxofón, también Marcos Arras en el saxofón, Ruben Galindo «el Mollerudo» en la tambora, hay algunos nombres, donde mi amigo no recordaba muy bien, pero la idea era esa.
Había otro grupo, cuyos miembros eran de La Boquilla: Miguel Angel Lujan y Braulio Lujan, en los violines y Danielito Galindo en la guitarra, cuando no estaba Danielito disponible, entraba El Pure (¿Pablo?)al quite, con la guitarra. Según platicaban, era un deleite escuchar a estos violinistas interpretar sus melodías.
Hay una anécdota, que platicaba Chago Tercero (+), en cierta ocasión este trío en mención iban a tocar un baile en ejido Pocitos; pusieron sus instrumentos en sus estuches y se fueron por los Álamos, para cruzar en los burros, en los que iban por La Tinaja, se fueron muy temprano y al llegar allá arriba de la sierra, a medio camino sacaron los instrumentos para dar una ensayadita; empezaron a afinar sus instrumentos, pero algo pasaba, porque no podían afinar y duraron mucho, al grado de que ya se estaban enojando entre ellos, ya hasta se querían regresar. Pero al fin se afinaron y ya no guardaron los instrumentos, para no desafinarlos y así se los llevaron en la mano, hasta llegar al rancho de Pocitos y tocaron muy agusto, para beneplácito del respetable.

Después de esos grupos, se formó, bueno en esos tiempos también, el grupo que se llevaba las palmas y el reconocimiento en general de todo el municipio y parte de Coahuila, el grupo orquesta formado por: Conrado Leyva, en el saxofón, Tomas Dominguez también saxofón, Florencio Lujan otro saxofón, Cornelio Ibarra en el tololoche, Pablito Galindo en la tambora, Everardo, el Prieto Huerta, en la guitarra y después se les unió Ruben Galindo Tavarez con la trompeta. Habiendo sido una gran orquesta reconocida por su estilo interpretativo de diversos ritmos musicales ya fueran: polkas, rancheras,cumbias, Paso dobles, shotiz, boleros, corridos, danzones, valses, etc.
Después de esta orquesta de La Boquilla, como se le conocía, vinieron otros grupos, ya con otro estilo musical. «Los Humildes del Álamo», con: Santiago Tercero (+)con el acordeón, Wenceslao Leyva en el saxofón, Librado Hernandez en el bajo (ya no tololoche), José Luis Galindo (el Moderno), en el bajosexto (ya no guitarra), Onesimo Leyva en la batería (ya no tambora). Este grupo de Los Humildes, ya era norteño, ya no eran los pititos. La música norteña era la moda y poco después surgió el Conjunto Primavera, que puso y sigue poniendo muy en alto a la región.
A sus integrantes originales los conocimos desde chamacos, desde sus inicios.
Y ahí tenemos al único original, al señoron Juanito Dominguez, que después de 45 años, su grupo sigue siendo el número 1.