Más de 20.000 personas han muerto y decenas de miles han resultado heridas después de que un terremoto de magnitud 7,8 sacudiera Turquía y Siria el lunes, según las autoridades.
Los equipos de rescate están buscando sobrevivientes entre los miles de edificios derrumbados en medio de condiciones climáticas heladas después de que más de 125 réplicas azotaran la región.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, admitió «deficiencias» en la respuesta del estado al desastre, pero insistió en que la situación ahora estaba «bajo control».
Mientras tanto, las sanciones occidentales están complicando los esfuerzos para entregar ayuda a Siria y los activistas temen que el régimen de Damasco pueda obstaculizar la ayuda a las víctimas en las áreas controladas por los rebeldes.
El número de muertos por el devastador terremoto que azotó a Turquía y a Siria es ahora de al menos 20.451, según las autoridades.
En Turquía, el número de muertos aumentó a al menos 17.134 y este jueves se reportaron 70.347 heridos, según la Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD).
El número total de muertes en Siria, por su parte, ya asciende a al menos 3.317, incluidas 1.970 en áreas controladas por rebeldes en el noroeste según el grupo de defensa civil Cascos Blancos, y 1.347 muertes en partes de Siria controladas por el Gobierno, según los medios estatales sirios.
El número total de personas heridas en Siria en todos los territorios afectados aumentó a 5245, con 2.295 en las áreas controladas por el Gobierno y 2.950 en las áreas controladas por los rebeldes.
Al menos 75.592 personas han resultado heridas en Siria y Turquía, según cifras del gobierno turco, los Cascos Blancos y los medios estatales sirios.